intevaproductsLa multinacional Inteva Products, con sede en Estados Unidos, ha comunicado a sus trabajadores la decisión “irrevocable” de cerrar su única fábrica en España, ubicada en el Polígono Can Balmes, en Santa Maria de Palautordera antes de que finalice el año y dejar a toda la plantilla, de 68 personas, en la calle. El cierre de la empresa dedicada a la fabricación de componentes de automoción que anteriormente se había denominado Rockwell y Meritor, se quiere ejecutar pese a que la empresa tiene contratos suscritos con Seat para proveer hasta 2017 de varios componentes necesarios para la fabricación del Seat Ibiza, entre otros modelos.

La intención del grupo es iniciar los despidos el próximo mes de junio e ir reduciendo la plantilla progresivamente hasta el mes de noviembre, momento señalado para el cierre de la factoría. Por el momento, según explican fuentes del Col.lectiu Ronda, que representa parte de los trabajadores, la empresa no ha trasladado a los trabajadores “ninguna propuesta de indemnización “ o relativas a la adopción de medidas tales como prejubilaciones que pudieran reducir el impacto del hipotético cierre. “ Es evidente que el futuro de los integrantes de la plantilla es de una absoluta incertidumbre si pierden un puesto de trabajo que, para muchos de los afectados, ha sido el único en el transcurso de su vida”, explican desde el Col.lectiu Ronda.

Ante esta situación, la plantilla ha tomado la determinación de convocar paros en la fábrica los próximos días 11 y 12 de marzo, con la previsión de que la huelga sea indefinida si la empresa no flexibiliza su actitud. Este escenario podría obligar a “Paralizar la actividad de las grandes factorías automovilísticas catalanas, dado que los componentes fabricados por Inteva son necesarios para mantener la producción de empresas como Nissan y Seat . “Hay que tener presente que el paro de un día de las líneas de producción del Seat Ibiza en Martorell, por ejemplo, suponen una pérdida económica de  1.250.000 euros”, señalan.

“No queremos perjudicar a nadie ni afectar el trabajo de otras empresas que no tienen nada que ver con nuestra situación -comenta uno de los representantes de los trabajadores- pero no nos dejan otro camino que la huelga en defensa de nuestros puestos de trabajo. Somos conscientes de que la huelga puede afectar gravemente la actividad de empresas como SEAT o Nissan. Nos encantaría tener alternativas a los paros, pero a estas alturas no tenemos”. La media de edad en la fábrica es alta, 53 años , y muchos “hemos trabajado aquí toda la vida, cuando la fábrica se llamaba Rockwell y,posteriormente, Meritor. Dónde quieren que vamos ahora? Quien nos contratará si perdemos nuestro trabajo? ”

Inteva argumenta la inviabilidad de la factoría como consecuencia de no haber conseguido el contrato para proveer la SEAT de componentes para el nuevo modelo de Seat Ibiza que se empezará a fabricar a partir de 2017. Un contrato que, según informan los propios trabajadores, dependía de que Inteve realizara una inversión, desestimada por la empresa, de menos de 2 millones de euros para adecuar sus procesos a las nuevas exigencias de producción.

Ana Tomé, abogada del Colectivo Ronda  que representa una parte de la plantilla, considera que “las empresas son libres de decidir cómo y cuando invertir, evidentemente, pero no puede ser que una fábrica absolutamente viable y con contratos vigentes hasta 2017 decida cerrar sus puertas, despedir la plantilla, y hacer pasar su decisión como una necesidad objetiva, desprendiéndose de los trabajadores y rehuyendo cualquier responsabilidad respecto a su futuro.

Foto: Pancartas colocadas en la empresa. Autor: Ràdio Vitamènia

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