
ORIOL SERRA
Los representantes de Grupo Piaggio han plantado por segunda semana consecutiva a los trabajadores de Derbi, no asistiendo a la reunión que la Generalitat había convocado en la sede barcelonesa del Departament de Treball. Ya lo hicieron la semana pasada, argumentando entonces que se sentían intimidados por la concentración de la plantilla al completo a las puertas del departamento, pero comprometiéndose a asistir a la siguiente reunión con una propuesta de futuro para la planta de Martorelles. Pues bien, la siguiente reunión estaba prevista para el pasado lunes por la mañana, y una vez más la representación de Piaggio excusó su ausencia en el último momento. En esta ocasión, explican fuentes del comité de empresa de Derbi, “nos dijeron que necesitaban más tiempo” para elaborar dicha propuesta.
El tiempo es precisamente un bien escaso ahora mismo para los 140 trabajadores de la histórica factoría. El próximo 31 de julio es la fecha límite en que Piaggio anunció hace casi un año que abandonaría las instalaciones. Lo que todavía no ha hecho la multinacional italiana, pese a haberse comprometido a ello en el mismo acuerdo de cierre, es aportar una solución de continuidad para la fábrica y los puestos de trabajo que representa. En este sentido, la prensa económica se ha hecho eco estas últimas semanas de una operación de venta de las instalaciones –o una parte de las mismas- al fabricante de automóviles suizo Giba Holding. Unas informaciones que el comité no puede contrastar porque “nosotros nos hemos enterado por la prensa, Piaggio no nos ha dicho nada al respecto”.
Esta “falta de información” por parte de la matriz italiana, junto a los dos plantones consecutivos que ésta ha hecho a los representantes de la plantilla, han sido tachados por el comité de “falta de respeto” y “desprecio tanto a los trabajadores como a la Generalitat, que está actuando como mediadora”. El comité también califica en un comunicado de “intolerable e irresponsable” una actitud que, advierte el documento, “provocará un aumento de la crispación y el malestar entre los empleados”. Unos empleados que ya llevan un mes de huelga indefinida para exigir a Piaggio respuestas y soluciones.