Un recluso de la prisión de Quatre Camins, en La Roca del Vallès, agredió sexualmente este lunes por la mañana a una funcionaria del centro, según ha explicado el sindicato CSIF en un comunicado.

“La funcionaria estaba en un lavabo exclusivo para funcionarios, y tenía la puerta un poco abierta porque no había luz, cuando un interno accedió. La funcionaria le recriminó que estuviera allí y le dijo que saliera de inmediato, pero el interno le cogió la mano y se la metió en los pantalones, obligándola a tocarle los genitales. Cuando la funcionaria se revolvió y logró sacar su mano, el interno la agarró por los hombros para que le besara en la boca. La funcionaria consiguió que finalmente el interno saliera del baño. Más tarde, el mismo interno se volvió a acercarse a ella y la invitó a su celda “, explicó el sindicato .

Según el sindicato, aunque no son habituales este tipo de agresiones sexuales, este es un síntoma del clima que se respira en los centros. “No todos los presos están allí por delitos menores. El buenismo que pretende implantar la administración penitenciaria catalana no vale para todos los casos. No podemos olvidar que en las cárceles hay personas muy peligrosas”, asegura el sindicato.

Desde CSIF Prisiones declaran que “esta política disciplinaria laxa que están instaurando en las cárceles catalanas con los presos conflictivos hace que la seguridad de funcionarios e internos esté en peligro”.

Según Marea Azul, el interno, de 48 años, lleva entrando y saliendo de prisión desde los años 80, y a menudo ha estado en régimen cerrado, el conocido como primer grado.

Este mismo lunes, tras el incidente, fue trasladado a la prisión de Brians 2, en Sant Esteve Sesrovires.