Los sindicatos de la Policía Local de Granollers han presentado una demanda contra el Ayuntamiento de la ciudad por una presunta vulneración de derechos fundamentales, concretamente del derecho a la libertad sindical. La acción judicial, interpuesta el pasado 21 de octubre ante el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 11 de Barcelona, se produce después de que el consistorio ordenara la retirada de un cartel sindical considerado “ofensivo” por la dirección policial.

Según explican los sindicatos en un comunicado, el 25 de julio de 2025 el inspector temporal de la Policía Local ordenó por correo electrónico a varios delegados sindicales retirar “de manera inmediata” un cartel colocado en el tablón de información sindical, protegido con una vitrina cerrada con llave. El cartel, de carácter reivindicativo, también se había colocado en otra dependencia interna del edificio policial.

El inspector consideró el contenido “ofensivo” y concedió un plazo máximo de seis horas para su retirada, advirtiendo por escrito de que denunciaría por injurias y coacciones a los delegados que dispusieran de la llave del tablón. El cartel hacía referencia —según la versión sindical— “a la situación del personal interino, a las falsas promesas de renovación y a la temporalidad del propio inspector”, cuya condición habría sido recientemente ratificada por una sentencia judicial.

Ante la negativa sindical a retirar el cartel, los sindicatos denuncian que el inspector “contactó personalmente con el jefe de la comisaría de los Mossos d’Esquadra de Granollers y solicitó la intervención de la Policía Científica”. A continuación, “se forzó la cerradura del tablón sindical, se retiró el cartel y, según el propio inspector, se tomaron huellas dactilares”. Los representantes sindicales califican la actuación de “desproporcionada y absurda” y la consideran “un abuso de autoridad, un intento de censura sindical y un posible tráfico de influencias”.

Los sindicatos añaden que la Prefectura disponía de llaves de la vitrina, lo que “refuerza las sospechas de un uso indebido de recursos públicos”. Asimismo, denuncian que, poco después del incidente, el inspector “comunicó por escrito la instalación de cámaras de vigilancia en los lugares donde aparecieran carteles de este tipo” y que “días después instaló la primera cámara en la sala de briefing”, un espacio utilizado también por otros colectivos municipales. Los sindicatos consideran esta medida “una práctica de control y vigilancia sindical intolerable”.

En el comunicado, las organizaciones recuerdan que ya el 1 de abril de 2025, primer día en el cargo del actual inspector, se produjeron “faltas de respeto y obstrucciones” hacia la representación sindical, hechos por los cuales solicitaron la apertura de un expediente.

Tras los últimos acontecimientos, los sindicatos pidieron por escrito a la alcaldesa “la restitución del uso del tablón sindical y del cartel retirado”, además de “garantías efectivas de respeto a los derechos sindicales”. Según denuncian, “el Ayuntamiento no respondió”, lo que les llevó finalmente a interponer la demanda judicial.

Los representantes sindicales también critican el “deterioro organizativo” que, según ellos, sufre la Policía Local de Granollers, y que atribuyen a la gestión del actual inspector temporal, procedente de Cerdanyola. Aseguran que se ha producido “una reducción del número de patrullas, la supresión del 50% de los efectivos de la oficina de denuncias y atención ciudadana, y una disminución de los horarios de atención, que a partir del 3 de noviembre dejará de funcionar por las noches, fines de semana y festivos”.

Los sindicatos recuerdan además que “la Dirección de Recursos Humanos ha desmentido las afirmaciones del inspector sobre la creación de una plaza de intendente adaptada a su perfil” y reiteran su apoyo “incondicional” a la plantilla de la Policía Local, que ya en julio pidió “la dimisión del concejal de Seguridad Ciudadana por su inacción y falta de diálogo con los representantes del cuerpo”.

Los sindicatos califican la situación actual como “un abandono de funciones sin precedentes”.