Francisco Barbachano
Reflexionando en voz alta:
¿qué puede el poeta amigos
dejar en su testamento,
más que amor y sentimientos
que verso a verso ha engendrado
a lo largo de los tiempos?

Bienes inmateriales
que acaso al alma consuele;
aunque ese capital
en los bancos nunca rente;
que del alivio de almas
nunca los bancos entienden.

Son versos para el mañana
cuando el poeta haya muerto,
y algún rapsoda los lea
en homenaje postrero;
haciendo uso de ellos
en honor al testamento.

Odas que placenteras
cantarán a cien eventos:
elegías y romances,
soleares y sonetos,
dejando volar el alma
entre estrofas y entre versos.

Francisco Barbachano