Es la farsa y la mentira nuestro pan de cada día y ese ¡YO! que conduce a la absurda egolatría, que los hombres alimentan casi siempre sin medida.
Pasar así por la vida es falsedad y mentira, donde el valor de lo humano no es más que mercadería; mercaderes que, del ego, hacen su norte y su guía.
A mi me parece triste ese auto definirse; que el mérito de cada hombre está en aquello que opinen, los que observando su obra la ignoren o glorifiquen.
A mi me parece triste y a usted lector de mi ripio, puede que le recuerde la conducta de un amigo: pasar así por la vida, obviamente es poco digno.