Francisco Barbachano
El que esté libre de culpa
bendito sea de Dios!
que bendito es todo aquel
que nunca se equivocó; 
obviamente no es mi caso
y le doy gracias a Dios.

Que errar allana el camino
para caminar mejor,
evitando tropezar
en el mismo socavón;
pues rectificar es sabia
y conocida razón.

No existe ni un ser humano
qué en acto de reflexión,
alguna vez no repare
en algún que otro error
y si la nobleza obliga,
justo es pedir perdón. 

Liberar serenamente
la conciencia del error,
contribuye, amigos míos, 
a vivir mucho mejor;
que es signo de madurez
reconocer el error.

Francisco Barbachano