Quienes nacen en el Albaycín
son por obvio, albaicineros,
privilegio de quien nace
en Granada por supuesto;
seres a quien se les llama
granadino-albaycineros.
Qué el Albaycín por estar
tan cerca del ancho cielo,
hasta en sus puestas de sol
el Albaycín es modélico;
embelesa a quien las ve
sea o no albaycinero.
En el Albaycín el agua
del aljibe albaycinero
y ese albaycinero cielo
es propio del Albaycín;
su luz, que és albaycinera,
más que luz es un festín.
Es resumen: que es un lujo
estar tan cerca del cielo
y ser hijo de Granada
granadino-albaycinero.
De todos los privilegios
el mayor de todos ellos.
Francisco Barbachano