
El ministro de Transportes, Óscar Puente, y la portavoz de gobierno y consejera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica, Silvia Paneque, se han reunido por primera vez este miércoles en Madrid, donde han acordado que el próximo Consejo de Ministros apruebe el convenio para sacar adelante la Ronda Nord entre Castellar del Vallès y Sabadell con Terrassa, la continuación de la B-40 que ya comunica Abrera con Terrassa, medida que daría el pistoletazo de salida al proyecto.
El proyecto estaba atascado en los despachos, donde debía procederse a un cambio de la ley de carreteras que permitiera aplicar la fórmula del encargo de gestión. Es decir, el gobierno español paga, pero es la Generalitat quien ejecuta el proyecto.
El camino de la Ronda Nord, pues, queda allanado, aunque el convenio todavía no toca las cuestiones más controvertidas: qué trazado y qué dimensión de carriles debe tener esta vía. El anterior gobierno de la Generalitat, con ERC, no era partidaria de realizar una vía “de alta capacidad”, pero los socialistas siempre han hablado de al menos dos carriles por sentido, es decir de una autovía con características similares a la B-40 que ya comunica Abrera con Terrassa.
Gobierno español y Generalitat también han acordado desatascar otras infraestructuras viarias pendientes, como la mejora de los accesos de la AP-7 y la AP-2.