
Desde la implementación del nuevo sistema de recogida de muebles y otros objetos voluminosos el pasado 25 de junio, el Ayuntamiento de Granollers ha observado un notable aumento en el número de personas que avisan para recoger estos elementos en la calle. El porcentaje de ciudadanos que ahora informan previamente sobre la recogida ha pasado del 25% al 48% en tan solo un mes, afirman en un comunicado.
Sin embargo no todo el mundo tiene esa impresión y en el pleno del pasado martes, el grupo de ERC, en el apartado de ruegos y preguntas, expresó su preocupación respecto al nuevo sistema. El concejal Enric Gisbert solicitó al gobierno una valoración del mismo, señalando: “Nos resulta un poco extraño ver muchos espacios de los barrios de Granollers llenos de trastos, a menudo en mal estado, durante días y días. El adhesivo de ‘día equivocado’ es omnipresente, pero no parece tener un efecto disuasorio. La dejadez lleva a más dejadez”.
También algunos vecinos han cuestionado públicamente el correcto funcionamiento del sistema.
El nuevo sistema fue instaurado con el objetivo de evitar el abandono incontrolado de muebles y trastos viejos junto a los contenedores, mejorando así la limpieza de las calles. Actualmente, en Granollers se realizan unas 14.500 recogidas anuales de voluminosos, lo que significa que cada día se atienden aproximadamente 40 puntos.
¿Cómo Funciona el Nuevo Sistema?
La ciudad ha sido dividida en zonas basadas en la proximidad de los barrios y la cantidad promedio de muebles y trastos desechados en cada vecindario. Los residentes pueden sacar los voluminosos un día específico de la semana según el barrio en el que vivan.
En caso de vivir en calles limítrofes entre barrios o en posibles zonas dispersas, los ciudadanos deben consultar el plano interactivo disponible en la web. Para los hogares dispersos, es necesario seguir llamando a la Oficina de Gestión de Residuos y Limpieza Viaria para concertar una cita. Esta medida busca optimizar el servicio y reducir las emisiones contaminantes, siendo especialmente relevante en sectores de los barrios de Palou y Can Gili, así como en viviendas situadas en polígonos industriales.
Los objetos voluminosos deben dejarse bien apilados en el portal de la casa el día indicado según el barrio, entre las 19 y las 23 horas. Si la acera es estrecha, pueden colocarse excepcionalmente junto al área de contenedores más cercana. Los vehículos del servicio pasan al día siguiente para recoger los muebles y trastos. Si se sacan en un día incorrecto, los voluminosos permanecen en la calle hasta la próxima recogida en ese barrio, excepto aquellos materiales que pueden implicar algún peligro, que se recogen de inmediato.
Los objetos que pueden sacarse incluyen muebles, colchones, somieres y maderas. Sin embargo, residuos peligrosos como fluorescentes, pinturas, disolventes u otros objetos como electrodomésticos, aparatos electrónicos o juguetes, deben llevarse al centro de reciclaje.
Durante las primeras semanas de funcionamiento del nuevo sistema, el personal del servicio ha dejado avisos en los puntos donde se encontraron muebles y trastos en días incorrectos o lugares no adecuados. A partir de septiembre, la policía local comenzará a hacer seguimientos exhaustivos y sancionará los incumplimientos del calendario y los comportamientos incívicos con multas que oscilarán entre 750 y 3.000 euros.