El Servicio de Patrimonio Arquitectónico Local (SPAL) de la Diputación de Barcelona ha completado las obras de restauración de la Torre Roja de Sant Pere de Vilamajor. Estos trabajos se han llevado a cabo en el marco del Programa sectorial de rehabilitación y mejora de edificios, edificaciones y yacimientos arqueológicos locales con valor patrimonial y han tenido un coste de casi 360.000 €, de los que la Diputación de Barcelona ha aportado 200.000, el Departamento de Cultura de la Generalidad de Cataluña 121.779 y el Ayuntamiento de Sant Pere de Vilamajor se ha hecho cargo del resto.

La Torre Roja es una torre cuadrada exenta con función de campanario y aspecto defensivo, por lo que fue catalogada como Bien Cultural de Interés Nacional en 1949, en virtud del decreto del Estado de protección de castillos españoles. Se sitúa en lo alto de la población, a 305 m de altitud sobre el nivel del mar, en el casco antiguo de Sant Pere de Vilamajor, conocido también como la Força, al sureste del templo parroquial y al abrigo de su fachada de mediodía. Data del inicio del tercer cuarto del siglo XI y fue reformada en los siglos XVII y XX.

El aspecto exterior tiene una tonalidad rojiza, debido a la característica piedra arenisca con la que fue construida, la piedra del Figaró. Es por este motivo que popularmente se conoce como la Torre Roja, aunque no fue hasta 1932 cuando no se repique el revestimiento que protegía su fábrica. Mide unos 6 metros de lado por unos 25 metros de altura.

La relación del Servicio de Patrimonio Arquitectónico Local (SPAL) de la Diputación de Barcelona con el conjunto parroquial de Sant Pere de Vilamajor se remonta al año 2013, cuando se realizaron los estudios históricos y documentales, tipológicos y de evolución constructiva tanto de la iglesia como del campanario, que sirvieron de base para la redacción de los planes directores. En 2014, se elaboró ​​el del campanario y, al año siguiente, el de la iglesia. En 2022 se redactó el Proyecto de restauración de la Torre Roja, cuyas obras ahora han quedado terminadas.

En términos generales, los trabajos han consistido, por un lado, en la consolidación y restauración del conjunto de la obra, y por otro, en el acondicionamiento del interior de la torre de cara a hacer posible la visita pública y el disfrute colectivo.

Con estos objetivos, se han restaurado las cuatro fachadas de la torre y todos sus paramentos interiores. Las bóvedas, bastante dañadas como resultado de la propia evolución histórica y constructiva, se han consolidado y reforzado sólo donde ha sido estrictamente necesario. El techo de la planta segunda, atendiendo a su mal estado de conservación, ha sido desmontado y sustituido por una estrecha pasarela metálica que se apoya en las cuatro caras del cuerpo de campanas dejando un hueco en medio, que permite relacionar espacialmente las plantas superiores del campanario. Al plan de cubierta, al que se accede tan sólo por tareas de mantenimiento ya través de una escalera muy derecha, se han recuperado los niveles de circulación histórica, lo que ha permitido recuperar también las gárgolas y restituir la función primigenia para la que fueron concebidas.

De la escalera intramuros que sube al primer piso se han reparado algunos escalones, pues algunos estaban muy desgastados, lo que representaba un elevado riesgo para la seguridad del visitante. La escalera que subía a la planta segunda, que era fruto de una reforma que situamos en el primer tercio del siglo XX pero que estaba gratis mal estado y no cumplía con su función, ha sido sustituida por una nueva, situada en el mismo sitio donde antiguamente había habido una escalera de caracol que relacionaba las dos plantas, cuyos vestigios también se han restaurado e incorporado al discurso museístico.

Por el lado de fuera, en el espacio que separa el campanario de la iglesia, se ha construido una escalera, con escalones y rellano de madera, que permite ganar el desnivel entre la plaza y el interior del campanario. Por último, se han hecho de nuevo las instalaciones eléctricas y de alumbrado, el sistema de accionamiento del repique de campanas y el pararrayos.

Estas obras, dirigidas por técnicos del SPAL, empezaron en mayo de 2023 y han finalizado en junio de 2024.