El cabeza de lista del PSC, Salvador Illa, ha admitido este sábado en Montmeló que tiene «buenas sensaciones» sobre su victoria en las elecciones pero ha advertido que la confianza es «el peor adversario». En un mitin la Fiesta de la Rosa de Montmeló, donde ha estado acompañado del presidente español, Pedro Sánchez, Illa ha remarcado que «nada está hecho» y ha pedido «seguir trabajando, convenciendo y explicando», todo «sin caer en provocaciones» .

Durante el mismo acto, Illa se ha comprometido a impulsar una ley de barrios para «transformar y actualizar» los barrios y ciudades si es el nuevo presidente. Según ha concretado, esta ley contemplaría una inversión de 800 millones de euros en cuatro años para «transformar» 100 barrios., 25 cada año.

Según Illa, esta ley permitiría que los ayuntamientos que quieren «actualizar y garantizar los servicios básicos» de los barrios tengan «ayuda» de la Generalitat.

Aparte de estos 800 millones Illa propone destinar 300 millones exclusivamente a urbanizaciones que necesitan “ser puestas al día”.

Durante su intervención, Illa ha remarcado su papel como persona que busca «soluciones». “Cada día me despierto y no me reconozco; unos me dicen que estoy en un lado y otros en el otro, y yo estoy en medio, en las soluciones, en la colaboración y en abrir una nueva etapa”, ha dicho.

Para abrir esta nueva etapa el socialista defiende desplegar el autogobierno catalán y apostar por los servicios públicos. Isla apuesta por «reformar» la sanidad y por «sacar la capa burocrática» a los maestros.


Ante unas 2.000 personas reunidas en los jardines de La Torreta, según los organizadores, Illa ha insistido en no dar nada por sentado y ha hecho un llamamiento a «seguir trabajando, casa por casa y persona por persona». Y a hacerlo, además, «sin caer en provocaciones».

Justamente este viernes la campaña estuvo marcada por las polémicas declaraciones del sindicalista Matías Carnero, que cierra la lista del PSC, y que dijo que Puigdemont «se marchó llorando en un maletero» hacia Bruselas y añadió que no sabía si había ido “cagado y meado”. Lluïsa Moret, presidenta de la Diputación de Barcelona, pidió disculpas «a quien se hubiera podido sentir ofendido».


El presidente del gobierno español y líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha hecho un llamamiento a votar al cabeza de lista socialista, Salvador Illa, para conseguir «una victoria amplia» que garantice «estabilidad y prosperidad» en Catalunya.


«Dos presidentes de derechas en la Moncloa y en el Palacio de la Generalitat llevaron a Catalunya a la quiebra y dos presidentes socialistas seremos los que la haremos avanzar», ha subrayado el jefe del ejecutivo español. Sánchez ha remarcado que en Cataluña «se ha sufrido una década perdida en oportunidades, derechos y cohesión social».

El presidente del gobierno español ha lamentado la «década perdida» en Cataluña y se ha referido a los malos resultados en el informe PISA y en la poca inversión en energías renovables y en sanidad. «Por eso es tan importante que se movilice para la nueva etapa, basada en el avance y no la parálisis, en la convivencia y no la división», ha subrayado. El líder del PSOE ha pedido «que nadie se quede en casa».

Para llamar al voto, Sánchez ha aprovechado para citar al expresidente del gobierno español José María Aznar, que en las últimas elecciones pidió «a quien pueda hacer, que haga» para evitar un gobierno socialista: «Le respondemos ‘a quién pueda votar, que vote al PSC’”, ha sentenciado.

Durante su intervención Sánchez ha insistido en que es «víctima de la máquina del barro» por ser secretario general del PSOE y ha querido mostrar su «solidaridad» a todo el que lo sufre, que ha afirmado que suelen ser mujeres.


A Salvador Illa le han precedido en el atril el alcalde de Montmeló, el socialista Pere Rodríguez, y también ha hablado la candidata al Parlamento, Conchi Jiménez, de la Llagosta.