
En medio de la sequía que afecta a Catalunya, el Ayuntamiento de Bigues i Riells del Fai ha revelado la detección de alrededor de 200 viviendas en el municipio que están sobrepasando el límite máximo de consumo de agua establecido por el decreto de sequía vigente. La información, suministrada por el propio Ayuntamiento, indica que esta detección se basa en los datos entregados por la empresa Agbar, quien ha proporcionado los registros de consumo de agua por unidad familiar, comercial, de obras e industrial correspondientes al año 2023.
Estos datos trimestrales no solo reflejan los esfuerzos de las familias de Bigues i Riells del Fai por ahorrar agua, sino que también evidencian disparidades significativas en los niveles de consumo. Se destaca la diferencia entre aquellos que llenan piscinas u realizan usos más intensivos del recurso, y aquellos que se esfuerzan por mantener un consumo equilibrado a lo largo del año.
Como respuesta a esta situación, el Ayuntamiento, con el respaldo de la Generalitat de Catalunya, la Diputació de Barcelona y l’Agència Catalana de l’Aigua, está implementando nuevas acciones para minimizar el impacto de la sequía. Se están llevando a cabo mejoras en la red municipal de suministro con el objetivo de garantizar un servicio más estable y eficiente, lo que permitirá un mayor ahorro del agua suministrada desde el sistema ATLL.
Además, se está evaluando la viabilidad de reactivar sistemas alternativos, como pozos, y mejorar las conexiones con otros municipios para complementar el suministro desde el sistema ATLL en caso de necesidad.
El Ayuntamiento ha anunciado un control más riguroso de aquellas unidades familiares que excedan el consumo permitido, y se enviará una carta informativa a los afectados. Con acceso a más de 4.570 lecturas de consumo de agua, tanto domésticas como comerciales, municipales e industriales, se ha identificado que alrededor de 200 lecturas muestran consumos muy por encima de lo exigido por la situación de emergencia climática.
Para reforzar estas medidas, se está incorporando en las licencias de piscinas la condición de no llenarlas durante la fase de emergencia, y se llevará a cabo un control estricto para asegurar su cumplimiento. Asimismo, se aprobará una ordenanza municipal de sequía que complementará el marco legal vigente y establecerá sanciones en caso de incumplimiento del decreto de la Generalitat de Catalunya.
El Ayuntamiento hace un llamamiento a la implicación de la ciudadanía para hacer frente a esta nueva emergencia. Aunque la mayoría de los vecinos parecen seguir las indicaciones de ahorro de agua, se requiere un esfuerzo adicional para evitar medidas más restrictivas, como la limitación del uso del agua en horarios específicos, en caso de agravarse la sequía.