La talla de los gobiernos
que nos toca soportar
es obvio que día a día,
es una calamidad;
venden a sus progenitores,
por su interés personal.
Políticas y políticos,
tanto monta monta tanto,
se insultan gravemente
sin respeto al adversario;
pasando olímpicamente
de todos los ciudadanos.
Por mantener la poltrona
mienten más que parpadean:
ellos y ellas, ellas y ellos,
pues son de la misma ralea;
rayando lo indeseable
y trincando buena tela.
Mis ripios están cabreados
de ese continuo choteo;
que a diario esos mendas
se cachondean del pueblo;
del ciudadano de a pie,
que es quien paga su sustento.
Francisco Barbachano