Un deporte que habla de ética
es por sabido se calla,
modélico en sus costumbres
y eso enriquece las almas;
va bien para el corazón,
ya que jugando se anda.
Evita cardiopatías
y, dolencias óseas sana.
Templa los nervios rebeldes
que es deporte que relaja
y hace admirar a los grandes
sin envidias solapadas.
Se hacen amigas y amigos
sea cual sea su hándicap
que lo que importa en el golf
es, sin duda, la templanza;
el estilo, y esa ética,
de que antes les hablaba.
La pasión de Luis del Olmo
eran la radio y el golf.
por él yo empecé a jugar
y comprendí su afición.
Fue maestro en la palabra
y devoto en el golf.
Francisco Barbachano