
Un 17% de la oferta existente en el mercado tanto para vender como para alquilar procede de la vivienda heredada. Así se desprende de un estudio titulado Análisis de las viviendas heredadas en España realizado por Fotocasa después de haber analizado con detalle la influencia de las herencias en el sector inmobiliario.
Heredar no sale gratis; de hecho, en ocasiones es necesario recurrir a créditos personales online para poder hacer frente a los impuestos que implica una herencia. No es oro todo lo que reduce, así que el Impuesto de Sucesiones y Donaciones es algo para tener en cuenta cuando se acepta una herencia.
Porcentajes de vivienda heredada
La vivienda heredada disponible en el mercado ha aumentado 2 puntos porcentuales en solo un año. Los herederos son el 23% de las personas que ofrecen vivienda en propiedad y un 11% de los que optan por la vivienda en alquiler. El 32% de los herederos vende por cuestiones personales y el 50% de los que alquilan lo hacen para tener una fuente de ingresos constante.
La adjudicación de una casa por herencia implica una visita a la notaría para inscribir al nuevo o nuevos propietarios (si es que hay más de uno). A esta notaría hay que acudir con el testamento en mano, el certificado de defunción, las escrituras de la casa y el certificado de últimas voluntades.
Los herederos prefieren vender
Este año 2023, la oferta de pisos heredados ha subido 2 puntos con respecto al año 2022 (era un 15%), aunque la influencia en el mercado sea distinta. Las personas que heredan son un 23% de los que deciden vender un piso, lo que supone el mismo porcentaje de 2021 y 2 puntos por encima al año 2022.
El panorama con los arrendadores es distinto y solo un 11% de los que han heredado ha puesto la casa en alquiler. Esto indica que las casas recibidas por una sucesión tienen más aceptación con la venta que con el alquiler. Las viviendas heredadas implican, pues, un volumen con mucha relevancia en la oferta.
Tal y como está el panorama de la vivienda en España, es bueno que las viviendas heredadas salgan al mercado tanto en compra como en alquiler porque en ambas fórmulas hay escasez. Los momentos más tensos se dan con el alquiler y los nuevos propietarios quieren quitarse de encima los problemas que estos ocasionan.
Las tensiones más significativas se producen en el alquiler, ya que los nuevos propietarios intentan alejarse de todos los problemas derivados y escogen poner la casa a la venta. Al vender casas antes alquiladas, el mercado de alquiler pierde oferta de pisos y se crea un clima de inestabilidad.
Por qué vender una casa heredada
Los herederos prefieren vender antes que alquilar por 2 razones fundamentales, muy diferentes a la tendencia del año 2020. El primero de ellos es no querer tener problemas con el pago de la renta y el segundo no poder afrontar los gastos derivados de una casa heredada. Además, los herederos se quejan de que no existen beneficios fiscales que compensen los riesgos derivados.
En cuanto a la venta se refiere, también hay dificultades por el precio y el trabajo de las inmobiliarias, aunque la situación del piso a vender también afecte a la venta. Estos argumentos parecen mantenerse estables a lo largo del tiempo y no ser una circunstancia especial del año 2023.
Por qué alquilar una casa heredada
Aunque existe una desconfianza hacia el inquilino que cada vez es más acusada, el alquiler también es la opción escogida por un porcentaje de nuevos propietarios. Los principales motivos para alquilar una vivienda son: rentabilizarla con un alquiler (31%), preferir que esté habitada (38%) y que sea una fuente de ingresos (45%).
En estas 3 razones se ha notado una bajada con respecto al año anterior, sobre todo con eso de preferir tener una casa en la que viva alguien. De hecho, hace un año el porcentaje de propietarios que prefería tener la casa ocupada era del 50%, misma cifra de los que quería conseguir ingresos extras con la renta.
Al comparar si existen diferencias entre el propietario que alquila un piso heredado y el que alquila un piso que ya era suyo no se observan diferencias significativas. Lo único que los distingue es que al heredero le importa menos tener una fuente de ingresos extra (45%) frente al propietario sin herencia (62%).
La desconfianza en el inquilino está en un 36% de los arrendadores, lo que frena el impulso del alquiler. Le siguen en un 24% de los casos el trabajo de las inmobiliarias, el tiempo que hay que invertir en enseñar la casa (18%) y la cantidad de ofertas (12%). De todo esto, es llamativa la relativa al trabajo de las agencias e inmobiliarias.