
La situación económica que atraviesa el país ha sido este año el caldo de cultivo perfecto para la proliferación de créditos. La imposibilidad de llegar a fin de mes hace que muchos consumidores tengan que plantarse mecanismos de financiación para conseguir dinero rápido y de manera fácil.
Aquí es donde entran en acción los créditos rápidos, que no son otra cosa que pequeñas cantidades dinerarias ofrecidas por compañías privadas (normalmente van de los 50 € hasta los 1.000 €). Los trámites para conseguirlos son muy pocos y no exigen avales bancarios ni tener una nómina.
La clave está en uso responsable
Estos préstamos son muy tentadores por la inmediatez en su consecución, pero debe prevalecer el principio de cautela. Realmente son una solución muy efectiva para salir de dificultades económicas puntuales, si se es consciente de que hay que devolverlos en un plazo establecido, que suele ser de 30 días.
De no hacerlo, se acumularían comisiones y penalizaciones que es mejor evitar para no tener que pagar más de la cantidad prestada. Su buen uso permite el pago de ciertas mensualidades a las que no se llega, hacer una compra del mes, cubrir ciertos imprevistos o, incluso, salir de vacaciones.
Aunque depende de cada entidad, por lo general, solo se necesita el DNI, tener banca online, un teléfono móvil, ser mayor de edad, residir en España, no tener deudas y disponer de una tarjeta de crédito. Una vez cumplimentada la solicitud, tener el dinero en tu cuenta corriente es cuestión de entre 24-48 horas.
Estos créditos tienen un interés más alto que el de los créditos personales que ofrecen los bancos, pero son mucho más sencillos de conseguir. Las compañías que los conceden están obligadas a informar al cliente de las condiciones de contratación, lo que incluye plazos e intereses.
Recomendaciones y consejos
Una vez decidido que se va a solicitar un crédito rápido, hay que ponerse en marcha para buscar la entidad que más confianza te dé. Sea cual sea la elegida, es importante que se asegure de que está adherida a la AEMIP (Asociación Española de Micropréstamos) y en el listado de entidades registradas del Banco de España.
Comparar distintas opciones también es inteligente antes de la contratación de un producto. Además de pedir la información pertinente en diferentes acreedores, hay que leerla y ejercer el derecho de desistimiento en caso de arrepentirse. Este derecho lo tiene cualquier producto bancario durante 15 días si se contrata online o por teléfono.
Para ahorrarse los gastos adicionales, se debe tener claro en qué momento te cobrarán comisiones y evitarlas a toda costa. En resumidas cuentas, los préstamos rápidos son una solución innovadora y muy flexible de financiación pensada para costear imprevistos y gastos fijos. El enfoque es que sea cortoplacista y no para cubrir deudas a largo plazo.
Aumentan los créditos para vacaciones
Si hace unos años, los créditos rápidos estaban reservados para imprevistos y soluciones de urgencia, este verano se detectó un nuevo uso: costear las vacaciones veraniegas. Renunciar a unos días de descanso no ha entrado en los planes de todos pese a la inflación y la crisis.