Aunque en la actualidad, la pena de muerte parece un pensamiento no progresivo, todavía hasta hace algo más de 40 años, esta condición solo se encontraba abolida en 16 países. Sin embargo, al día de hoy, ya son varios los países que se suman a la abolición, mientras que los países que más han presentado un retroceso son los que se encuentran en Medio Oriente.
Además, todavía llama la atención que exista este tipo de normativas en países como los Estados Unidos en donde al menos 27 estados todavía contemplaban la pena. Por lo cuál, se pone a consideración la siguientes dudas: ¿por qué esté tipo de pena todavía es aplicable en países como la Unión Americana?, ¿en verdad hay resarcimiento del daño? y ¿cuáles son los mejores argumentos en contra de la pena de muerte?
De tal forma que, en estos momentos, analizaremos la perspectiva de la pena de muerte en España y cuáles son los mejores argumento en contra de su aplicación.
Breve recuento histórico de la pena de muerte en España
Hasta el año de 1932, la pena de muerte se encontraba vigente en España. Aunque, posteriormente se restablecio, debido a la necesidad de aplicar penas por bandolerimsmo y terrorismo, siendo reincorportado plenamente en el año 1938. Así, las últimas ejecuciones por esta pena se permitieron hasta el año 1975. Teniendo, en todo este periodo de tiempo, algunos casos muy contradictorios.
De esta forma, la pena capital se mantuvo hasta su abolición en el año de 1978. Dejando cómo único espacio para su aplicación el entorno y legislación militar (que se aplicaba sólo en casos excepcionales). Mientras que, en el año de 1995 por fin se abolió por completo este tipo de pena criminal (aunque, todavía existe una condición en el artículo 15 por la que se podría aplicar, y solo para tiempos de guerra por necesidad de la justicia militar).
Mientras tanto, en los tiempos actuales, todavía existen ciudadanos españoles que se encuentran en espera para su ejecución, pero en otros países. Entre los que se destacan: Nabil Nanakli Kasaybati que fue condenado en Yemen o Mario Julio San Román Zamora acusado en Florida. En tanto, Pablo Manuel Ibar y Artur Segarra son un par de ciudadanos españoles que fueron condenados a la pena capital, pero se conmuto sus condenas por cadenas perpetuas.
Así, la pena de muerte es prácticamente nula en España, con lo cuál puedes realizar cualquier actividad que desees, sin ningún problema. Incluso participar en casinos online con dinero real en España https://casinohex.es/casinos-online/dinero-real/, sin ningún tipo de temor, como sí ocurre en algunas naciones asiáticas o de oriente medio. Hay que enfatizar que los casinos online en España está regulados por la Dirección General de la Ordenación del Juego y es bastante seguro jugar por dinero en España.Adicionalmente, te recomendamos leer las guías especiales, creadas por los expertos en juegos de azar, para entender cómo evitar estafa al la hora de jugar en línea.
Principales argumentos en contra de la pena de muerte
Entre los analistas y especialistas, según datos que se pueden encontrar en estudios como los publicados por Amnistía Internacional, la pena de muerte no es una forma para ayudar a establecer los derechos y la paz social. Al contrario puede llegar a ser contradictorio y en muchos casos se puede equivocar, sin brindar resarcimiento. En este sentido, a continuación te ofrecemos los principales argumentos en contra de la pena de muerte:
Se niegan los derechos humanos
Uno de los principales derechos que se le niegan a un condenado a muerte es el de la vida. El principal derecho que se contempla para cada persona y con el cuál se inicia la proclama en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Sin dejar de lado que, en la misma proclama se exige el derecho de cualquier persona para evitar se sometida a penas que sean degradantes, inhumanas y crueles.
No ayuda a disuadir el crimen
Por lo regular, uno de los principales argumentos para mantener la pena de muerte, en algunos países, es que se logra disminuir la tasa de criminalidad. Sin embargo, después de múltiples análisis y estudios, esto no tiene ningún tipo de sustento. De tal forma que, la eficacia de esta pena no tiene gran diferencia en comparación con encarcelar a los culpables.
Se trata de una pena irreversible y en la investigación pueden existir errores
Condenar a una persona a la pena capital y ejecutar la sentencia, representa una acción definitiva. Por lo que, sí se desarrolló una mala investigación, se puede llegar a ejecutar a un inocente. Incluso, la más clara muestra de esto, son los Estados Unidos en donde desde el año de 1976 a la fecha se han reportado que al menos 150 personas que fueron condenadas, posteriormente obtuvieron la absolución. Absolución que también llegó tarde, una vez aplicada la ejecución.
La aplicación de este tipo de justicia, por lo regular solo se centra en algunos mecanismo de justicia que ya están sesgados
Los países que regularmente aplican la pena capital, cuentan con sistema de justicia poco confiables y seguros. Así, la pena de muerte se puede aplicar de manera injusta. Mientras que, al evaluar registros, se puede concluir que los países que más hacen uso de este método de pena capital son: Irán, China y Arabia Saudí. Incluso, en algunos de estos gobiernos, se condena a culpables sólo por confesiones que se obtienen a través de la tortura.
Regularmente la aplicación de la pena capital es más común en minorías
También es común, al analizar la aplicación de la pena de muerte, que se imparta este tipo de castigo más frecuentemente a grupos raciales y étnicos minoritarios. Al igual, se discrimina por la religión o identidad sexual. Incluso, las personas con más bajos recursos económicos, con nula investigación, no cuentan con los recursos necesarios para acceder a una sólida defensa.
Otros argumentos en contra de la pena capital
Finalmente, en estos momentos, puedes verificar algunas otras razones que se presentan para no aceptar la pena capital, incluyendo:
- El uso de este tema, regularmente tiene una connotación política.
- No existe total transparencia en la mayoría de casos.
- También se puede utilizar para perseguir a ciertos sectores de la sociedad.
