Es loable la postura
del hijo de la gran Carmen.
Ello demuestra cariño
para el ser más adorable:
Carmen Sevillan sin duda,
el mayor amor de madre.
Pero la Carmen de España
universal y querida,
ha de gozar del clamor
de sus fans y sus amigos;
que son muchos en el mundo
donde la artista ha vivido.
El hijo Augusto Algueró
no lo quiso comprender
y le negó a su madre
sin duda, el mayor placer:
ser despedida por grande,
con honores por doquier.
Dicho muy claro y en plata:
a eso se le llama faena.
Mala faena, Augusto,
para una persona tan buena.
Tu acción sólo merece,
ser repudiada, por fea.
Francisco Barbachano