El Ayuntamiento de la Roca del Vallés ha tomado medidas para controlar la proliferación de cotorras en el municipio. A través del Servicio de Salud Pública y en colaboración con empresas especializadas, se han realizado diversas acciones de control y seguimiento para prevenir el incremento de la población de esta especie invasora. Recientemente, se ha realizado una nueva actuación en la zona de la Torreta, donde se han retirado un total de 16 nidos. Estos nidos, de considerables dimensiones y algunos de los cuales pesaban más de 100 kg, suponían un peligro para la vía pública y podían causar daños materiales e incluso lesiones personales.

En La Roca, la presencia de cotorras se ha concentrado principalmente en la zona de pinos de la Torreta, cerca del cruce entre las calles Aragó y Ramon y Cajal. Esta situación ha generado molestias para la ciudadanía, tanto desde el punto de vista de la salud pública, puesto que estas aves pueden actuar como transmisores de enfermedades, como por el daño causado a los ecosistemas locales. Además, el peso considerable de los nidos representaba un peligro para la seguridad de los vecinos, puesto que podían caer en la vía pública.

La cotorra de pecho gris, conocida también como cotorra argentina, se ha extendido a lo largo del litoral catalán y el Mediterráneo en las últimas décadas. Debido a la expansión de sus poblaciones y los efectos negativos que genera sobre la biodiversidad autóctona y la sociedad, esta especie ha sido incluida en el decreto estatal del catálogo de especies invasoras. Las especies incluidas en este decreto están sujetas a prohibiciones y restricciones en su tenencia y manejo, y las diferentes comunidades deben establecer objetivos y acciones concretas para su control y erradicación.

En los últimos años, las cotorras han colonizado áreas urbanas y periurbanas, estableciendo colonias con una media de 2 a 15 nidos de cría. Estas colonias se han situado principalmente en palmeras, pinos blancos, cedros y plataneros. En algunos casos, cuando esta especie fue expulsada de sus árboles preferidos, los ejemplares adultos buscaron alternativas, colocando los nidos en estructuras artificiales como antenas, iluminaciones, grúas y depósitos, entre otros.