Francisco Barbachano
Será que los días pasan
dejando huella en la vida,
que recuerdas cada instante
y cada hora perdida: 
los sueños de juventud
entre penas y alegrías.

En un instante nos pasan
por la mente las sonrisas,
de los amigos del alma
hablando de naderías.
No pueden enumerarse,
que es infinita la lista.

Son nostalgias de un pasado
de adolescencia perdida.
Son recuerdos imborrables 
de años de nuestra vida,
que se llevan en el alma
hasta que Dios nos la quita.

Eso nos sucede a veces
sin una razón precisa.
Y de pronto revivimos
viejas historias vividas; 
Viejos sueños albergados 
en el alma, de por vida.

Francisco Barbachano