Con su espíritu pujante y emprendedor, el sector de la construcción catalán se sostiene en medio de las condiciones macroeconómicas más adversas, impulsando la innovación y los procesos de transformación para poder mantener los niveles de empleo y de productividad.
En particular, las nuevas estimaciones para Cataluña, que tienen en cuenta el impacto de la guerra en Ucrania, la crisis energética, la pérdida de poder adquisitivo debido a la inflación y al endurecimiento de las políticas monetarias, pronostican un debilitamiento económico con un PIB estancado que solo crecerá un 1,6% en 2023 y un 3,6% en 2024.
El sector de la construcción, conformado principalmente por pequeñas y medianas empresas, es uno de los segmentos más afectados por esta situación adversa, con un aumento en la cantidad de disoluciones en 2022. Sin embargo, a pesar de esto, la construcción continúa siendo un sector esencial en la economía catalana y el conjunto de sectores afines, como la venta de materiales o el alquiler de maquinaria, que han logrado mantener el crecimiento, impulsando sinérgicamente a la industria en su crecimiento constante.
La construcción de infraestructuras públicas y privadas es esencial para el desarrollo económico y social, así como para el bienestar de la población. La importancia del sector de la construcción en la generación de empleo es evidente ya que ofrece numerosas oportunidades de trabajo en diferentes categorías y localidades, tanto para profesionales altamente cualificados como para rubros que requieren menor experiencia.
Importancia de la inversión pública
La construcción de infraestructura pública no residencial, que abarca desde carreteras y edificios hasta sistemas de alcantarillado, es un sector clave que depende en gran medida del gasto público. El gobierno trabaja con empresas privadas de todos los tamaños para llevar a cabo estos proyectos complejos, lo que se convierte en un potente generador de empleo y en una mayor demanda de materias primas, productos manufacturados y servicios afines.
En Cataluña, tras el fin del ciclo electoral, se ha registrado un fuerte impulso en la obra pública. Según datos proporcionados por la Cambra de Contractistes, la concesión de proyectos ha aumentado en un 34% en 2022, lo que se traduce en un valor total de 3.964,5 millones de euros.
Este crecimiento se ha observado en todas las administraciones públicas, con un aumento del 11% en las licitaciones municipales, que representan el 40% de la actividad. Las licitaciones relacionadas con la Generalitat han experimentado un aumento del 67% y han representado uno de cada tres proyectos, mientras que las del Estado han crecido un 49%.
A pesar de estos avances, la Cambra de Contractistes ha reiterado su petición de que todas las administraciones inviertan un 2,2% del PIB catalán en infraestructuras, independientemente de los ciclos electorales. Esto se debe a que durante los últimos diez años, el promedio anual de las licitaciones sólo ha representado el 0,67% del PIB catalán. Es importante destacar que una mayor inversión en infraestructura no solo mejoraría la calidad de vida de los ciudadanos, sino que también generaría empleos y aumentaría la demanda de bienes y servicios.
Los Fondos Next Generation
La Cambra de Contractistes ha resaltado la necesidad de mejorar la coordinación entre el sector público y privado para acceder a más ayudas de los Fondos Europeos Next Generation. En el año 2022, sólo se han otorgado ayudas a 324 proyectos con un valor total de 633 millones de euros, lo que supone un incremento del 16% con respecto al año anterior.
Los Fondos Next Generation son cruciales para mitigar los efectos de la crisis energética, la escasez de suministros y la inflación generalizada. Se espera que estos fondos estimulen el sector de la construcción en España, generando un crecimiento del 6,8% hasta 2024.
Estimaciones para este año
A pesar de la desaceleración económica causada por la crisis sanitaria y la guerra en Ucrania, el sector de la construcción en Cataluña ha mantenido un crecimiento constante. En 2021, experimentó un crecimiento del 3,9%, superando la media española del 2,3%, aunque por debajo de la media europea del 4,1%.
Para este año, se prevé que el crecimiento sea del 2,5%, impulsado principalmente por la obra civil y la rehabilitación. Sin embargo, la normativa municipal que obliga a destinar el 30% de los proyectos a vivienda de protección y la falta de suelo disponible para la construcción de nuevas viviendas siguen siendo obstáculos importantes, lo que se reflejó en una caída del 48% en los visados de proyectos en Barcelona el año pasado.
A pesar de estos desafíos, el sector de la construcción en Cataluña está haciendo un gran esfuerzo para mantener su crecimiento. Un aspecto positivo es que las tablas salariales correspondientes al convenio colectivo provincial de Barcelona para el año 2022 se han actualizado con un incremento del 1,5% respecto al año anterior.
En resumen, la industria de la construcción en Cataluña sigue en un proceso de crecimiento a pesar de las circunstancias negativas. El sector está trabajando duro para superar las dificultades y seguir mirando hacia el futuro, generando empleo y riqueza para la región.
[…] Una ciudad sostenible es también una ciudad más habitable. Los espacios públicos, parques y áreas de recreación no solo ofrecen una mejora estética sino que también contribuyen a la salud mental y física de los habitantes. Zonas verdes bien mantenidas y seguras hacen que la ciudad sea más atractiva para vivir y trabajar, lo cual puede llevar a un aumento en el desarrollo económico. […]