La farmacéutica catalana Grifols, especializada en la producción de hemoderivados, ha anunciado este miércoles un plan de recortes que incluye 2.300 despidos en todo el mundo, un centenar de ellos en Catalunya.
El objetivo de la empresa con sede en Sant Cugat del Vallès y su mayor centro productivo en Parets del Vallès es conseguir un ahorro de 400 millones de euros anuales «optimizando costes» principalmente en la obtención de plasma humano, de los puntales de su negocio. En este sentido, prevé cerrar centros de donación y optimizar la compensación que pagan a los donantes. De hecho, de los 2.300 despidos la mayor parte afectarán a la plantilla de Estados Unidos. Sin embargo, la empresa también quiere racionalizar funciones corporativas eliminando duplicidades, punto que afecta a las oficinas catalanas.