Una mujer ha aceptado este jueves una pena de ocho meses de cárcel y casi 2.000 euros de multa e indemnizaciones por insultar y agredir a dos adolescentes negros y una discapacitada en Granollers en la primavera del 2018.
La fiscalía le pedía inicialmente tres años y medio de cárcel, pero ha pactado con la defensa y la mujer no tendrá que entrar en prisión si sigue un curso contra la discriminación.
Además, podrá pagar la multa y las indemnizaciones en 24 meses, no podrá acercarse a las víctimas durante 16 meses, no puede delinquir en los próximos dos años y estará inhabilitada para cualquier profesión educativa, deportiva o de ocio durante 6 años y 8 meses.
La acusada ha aceptado los hechos en medio de llantos en la vista que se ha hecho en la Audiencia de Barcelona.
Según ha aceptado la mujer, hacia la mañana del 17 de marzo de 2018, la acusada, G.G.N., con antecedentes penales por otros delitos, estaba bebiendo cerveza con su pareja en un banco callejero en Granollers.
Cerca pasaron tres adolescentes de 13 a 16 años, dos de ellos negros. Con ánimo de vejarlos, la mujer les dijo: “A ver si se calla, negros de mierda”. Uno de los menores le pidió explicaciones y la mujer le golpeó en la oreja con el recipiente de cerveza que llevaba en la mano.
Dos meses después, el 17 de mayo, la acusada se encontró en un bar con una discapacitada de 53 años con retraso mental leve y trastorno de la personalidad.
La víctima le preguntó a la acusada por los morados que llevaba, y la mujer le dijo que le había causado «un español de mierda». Acto seguido, la acusada le preguntó a la mujer si era catalana o española y la víctima respondió que española. Entonces, la acusada le dijo que le pegaría una paliza y le introdujo un bolígrafo en la boca.
Dos días después, entre la 1 y las 2 del mediodía, ambas mujeres volvieron a encontrarse en una plaza de Granollers. Con tono sarcástico la acusada le preguntó cómo estaba, a lo que la víctima respondió que la dejara en paz.
La acusada le dijo «española de mierda» y la víctima le respondió que era una «catalana de mierda». La acusada rompió la barra de pan que la víctima llevaba, echó un pedazo al suelo y dio una bofetada en la cara de la discapacitada, lo que le causó una hemorragia nasal.
Por todo ello, la fiscalía le pedía inicialmente 3 años y medio de prisión por dos delitos contra la dignidad de las personas por motivos discriminatorios y dos delitos de lesiones leves, 6.000 euros de multa y 10 años de inhabilitación para ejercer ninguna profesión educativa, deportiva o de ocio, 3 años de prohibición de aproximación o comunicación con las víctimas y unos 2.700 euros de indemnización a las dos víctimas por lesiones y daños morales.
Por último, gracias a las dilaciones indebidas y al pacto alcanzado entre acusación pública y defensa, la pena se ha rebajado sustancialmente y ha quedado suspendido el ingreso en prisión.