Guste más o guste menos
de nuevo la Navidad
está llamando a la puerta
cual tradición popular.
Unos la abrirán felices
y otros tal vez no lo harán.
Lo que es seguro amigos
es que esta festividad
une a los seres humanos
con fraterna amistad.
Y es que algo mágico aporta
la singular Navidad.
Respetar cualquier creencia
dignifica al ser humano
y ello no está reñido
con estrecharnos la mano
y desearnos el bien
que eso es lo civilizado.
Mis ripios piensan así
sin poderlo evitar.
Acepten que verso a verso
y por llegar Navidad,
les manden un poético abrazo
con toda cordialidad.
Francisco Barbachano