Una de las principales preocupaciones estéticas, tanto para hombres como para mujeres, es la pérdida de cabello. El pelo se considera un auténtico símbolo de salud y juventud por lo que la alopecia genera problemas en la salud emocional de quienes la padecen. Tal es la inquietud que supone, que el primer trasplante capilar se llevó a cabo a principios del siglo pasado. Década tras década las técnicas de injerto han avanzando a pasos agigantados hasta convertir el trasplante capilar en una cirugía estética mínimamente invasiva, pero de gran complejidad, ya que hay que vigilar multitud de detalles para lograr un resultado óptimo.
Por ello, el primer paso ante la decisión de recuperar el cabello es elegir una clínica que nos genere confianza y seguridad y sobre todo, un doctor especializado en trasplante capilar que aporte amplia experiencia para garantizar los mejores efectos. Barcelona cuenta con grandes profesionales entre los que destaca la Doctora y cirujana Marina Garrido, con más de una década de experiencia y alrededor de 5.000 intervenciones a sus espaldas, que la convierten en una de las figuras más representativas dentro del mundo del injerto capilar y en concreto del injerto FUE. Es todo un referente no solo en Barcelona, sino en el resto de España y del extranjero y así lo demuestran la gran cantidad de opiniones positivas de sus pacientes.
La Dra. Garrido realiza también labor divulgativa y participa asiduamente en multitud de congresos internacionales. Lleva a cabo estudios e investigaciones pioneras en el tratamiento integral de la obesidad y su relación con la salud capilar. Dirige sus propias clínicas de trasplante capilar y ejerce en el Centro de Cirugía Capilar Internacional.
Uno de los principales motivos de consulta entre quienes se plantean realizarse un implante capilar es si es posible someterse a un injerto sin necesidad de rapar la cabeza, lo que muchas veces impediría al paciente realizarse la intervención por temas profesionales o personales. Sin embargo, la Dra. Garrido confirma que en la actualidad ya es posible realizar un injerto capilar sin rasurar la cabeza en su totalidad a través de las innovadoras e indoloras técnicas FUSS y FUE.
Con la técnica FUSS, únicamente es necesario rasurar la superficie de la piel a extraer con la tira, quedando perfectamente disimulada y apenas visible con el propio pelo. Se realiza una mínima incisión, en el cuero cabelludo de la parte trasera de la cabeza, de donde se obtendrán las unidades foliculares ya que el pelo de esa zona tienen mayor durabilidad. De esta forma, se logra que el injerto sea inapreciable a la vista.
La técnica FUE también permite realizar el injerto capilar sin rapar; ya que se realiza un rasurado completo de la zona donante, pero se mantiene el pelo de la zona receptora, de tal forma que no se nota un cambio de imagen importante, ya que con el propio pelo del paciente se oculta la zona rasurada.
Ambas técnicas otorgan mayor intimidad al paciente, ya que el injerto pasa totalmente desapercibido a la vista. Es un proceso mínimamente invasivo: el procedimiento es mínimamente invasivo y se realiza con anestesia local en tan solo un día y ofrece resultados más rápidos y naturales.
Pero para lograrlo debemos confiar en el mejor profesional que nos asesore de forma individualizada sobre cuál es el tratamiento más adecuado según las singularidades de cada paciente