El calzado no solo influye en el óptimo estado de los pies, sino que también repercute en la salud de las piernas, e incluso en la de la espalda, a la que al margen de afectarle la ergonomía de la postura o el modo de andar, lo hace y mucho la idoneidad de la base en la que se apoya todo el cuerpo .
Por todo ello, el calzado laboral tiene que tener unas características especiales, y adaptarse además a los requisitos específicos inherentes al desarrollo de ciertas actividades. Así, por ejemplo, los zapatos antideslizantes son fundamentales para evitar los resbalones en entornos de trabajo en los que suele haber pavimentos húmedos.
Mientras que las modalidades Gore-Tex, por su parte, resultan imprescindibles en espacios que están frecuentemente encharcados, dadas sus prestaciones impermeabilizantes.
El calzado laboral ha de proteger la seguridad y la salud del trabajador
Por tanto, el calzado laboral tendría una doble misión, al tener que cuidar tanto de la salud como de la seguridad del trabajador. Asimismo, con la vista puesta en el rendimiento y la productividad, hay que valorar que resulta muy difícil mantener un óptimo desempeño cuando provocan incomodidad el vestuario o los zapatos, botas o zuecos.
Así, habría que escoger siempre el calzado laboral más acorde a la profesión que se desempeña, incluyendo el de tipo especial de seguridad para trabajos que lo requieran, por las tareas que se realizan o las características del entorno en el que se trabaja.
Características del calzado laboral
Con la mira puesta en asegurar las máximas prestaciones en protección, confort y ligereza, el calzado laboral de calidad incorpora desde diseños ergonómicos hasta plantillas y suelas desarrolladas con alta tecnología.
Hablamos de un calzado que en sus mejores versiones ha sido producido de acuerdo a estudios técnicos y ensayos para calibrar su atributos en amortiguación, transpirabilidad, antideslizamiento…
En el caso de las propiedades antideslizantes, por ejemplo, se testa en todo tipo de pavimentos, particularmente en aquellos más proclives al deslizamiento como los de acero y cerámica. Si bien, no cabe confiarlo todo en materia de protección ni al calzado ni al vestuario de trabajo en general, ya que han de implementarse todas las medidas de prevención de riesgos laborales precisas para garantizar la seguridad.
De este modo, es importante contar con unos zapatos con suelas antideslizantes, pero un suelo repleto de aceite siempre va a hacer inevitables los resbalones aunque se lleve un calzado adecuado.
Amortiguación, permeabilidad y resistencia
Igualmente, a la hora de desarrollar calzados laborales se estudian aspectos como los coeficientes de absorción de energía para evaluar la amortiguación, los de permeabilidad para calibrar la respuesta ante la sudoración del pie, y también, uno de los más analizados: la resistencia de la puntera a impactos, ya que es primordial proteger al máximo los dedos, conjugando este aspecto con la comodidad, la ligereza, la flexibilidad y el aislamiento térmico mediante la elección de los materiales correctos.
Como puedes comprobar, muchos son los requisitos que debe reunir un calzado laboral, tanto con carácter general como para ser homologado para el desarrollo de una determinada actividad.
Esperamos que este post te haya resultado clarificador sobre la importancia del calzado laboral, y sobre la necesidad de elegir el adecuado, que sea de la máxima calidad y cuente con la preceptiva homologación para el trabajo que se va a desempeñar.