
Las labores de cuidados y mantenimientos de huertos y jardines tienen al agua como principal protagonista. Es un bien que escasea en algunos momentos del año, por lo que requiere del mecanismo adecuado para conseguir el mejor rendimiento. ¿Necesito una bomba de agua? Es la pregunta que se realizan muchos propietarios de estos espacios y la respuesta es: contundentemente sí. Es un elemento esencial para mover este fluido tan importante de un punto a otro, y adquiere una especial relevancia en aquellos terrenos que cuentan con pozos o piscinas, ya que el objetivo es que no se pierde ni un mililitro de su capacidad, pues solo así se consigue una correcta optimización completa del recurso, que se traduce en las máximas posibilidades de crecimiento y desarrollo en las zonas verdes.
El uso de una bomba de agua se aplica en diferentes espacios y no solo para el cultivo de plantas y árboles. Hay sótanos o habitaciones que son propensos a inundarse en tiempos de lluvias fuertes, de manera que esta herramienta se postula como la mejor solución. En cualquier entorno, su instalación es muy sencilla y el funcionamiento es rápido, ya que las máquinas más potentes son capaces de retirar hasta 36.000 litros en una hora. Los modelos disponibles en el mercado también se diferencian por el tipo de agua que pueden tratar, ya sea limpia, residual o fecal, que pudiera incluir arena o barro. Cada usuario conoce bien el uso que necesita y tiene la oportunidad de buscar aquel modelo que mejor se adapta a sus preferencias.
Los terrenos con pozos privados o zonas de acumulación de agua son propensos al uso de bombas de agua, ya que presentan una buena oportunidad para extraer el líquido y darle un uso posterior. El jardín o plantaciones de cultivos y árboles pueden nutrirse de esta agua. El proceso es elemental y eficaz. ¿Qué es una bomba sumergible? Una máquina que se sumerge en el agua y tiene la capacidad de succionarla y extraerla al exterior. Para ello, en el caso de un cultivo, hay que conectarla previamente a la manguera. Desde el exterior, el usuario puede activarla para que empiece a extraer el agua, que circula a través de la manguera y desemboca donde ésta finalice. La altura máxima depende de cada modelo, si bien el nivel medio se establece entre 7 y 10 metros. Hay bombas que superan los 50 metros, por lo que se puede extraer el agua de zonas realmente profundas, a las que sería imposible acceder con un método convencional.
Proceso automatizado
La tecnología ha llegado a esta industria y se evidencia en el desarrollo de bombas de agua sumergibles y automáticas, que disponen de un interruptor llamado flotador y que garantiza su correcto funcionamiento. Es un sistema automatizado, de manera que la bomba se enciende cuando alcanza un nivel determinado de agua y se apaga cuando llega a otro nivel, ambos definidos en una configuración previa. Son modelos que han dado un paso importante en el mercado y que se enfocan hacia la mejora de las prestaciones y la comodidad del usuario