En la España soberana:
en esa España tan grande,
hay millones de pobres
viviendo en la puta calle;
sin discriminación alguna
ni de sexos, ni de edades.
Niños mujeres y viejos
indigentes potenciales;
pasan esas noches frías
en aldeas y ciudades,
en el asfalto por cama
y por compañero el hambre.
Y es que esa España va bien,
que eso son cosas banales;
circunstancias de la vida
de un motón de marginales;
gentes con mala fortuna
que los hay en todas partes.
Me atormenta ver la imagen
de esa impotencia que anda:
de esa mujer, de ese joven,
de ese hombre y de esa anciana
bajo el frio de la noche
en un rincón de una plaza.
Francisco Barbachano