Porque me duele en el alma
hoy lo digo y se lo cuento,
no omitiré ni una coma
y énfasis pondré en mi acento;
que és lacra profesional
e indigno el procedimiento.
La movida laboral
ha dado pie al invento,
de apear al cincuentón
de su puesto de currelo;
que no vale la experiencia
ni el ser guapo, ni el ser feo.
Ya no existe en las Empresas
principios ni sentimientos;
que se lo han puesto a huevo
los sindicatos del cuento;
esos auto servidores
de sus clanes y sus juegos.
Canallada laboral
y que digan que no es cierto;
pues llegar indignamente
a una vida de currelo,
es lo más triste del mundo
y revoluciona el verbo.
Francisco Barbachano