Que hay que barrer para casa
es obvio y lo tengo claro,
pues no hay político alguno
que renuncie a ese legado;
decir blanco cuando es negro
y el negro verlo blanqueado.
É su primer mandamiento
oponerse al adversario,
que no vale más razón
que el intentar desbancarlo;
alzarse con el poder
y que siga el pugilato,
Los errores cometidos
su deber es ocultarlos
y acusar continuamente
de los mismos descalabros;
que así funcionan a diario
los que llevan el cotarro.
Espejismo de políticos
de la izquierda y la derecha,
carismáticos algunos
y otros de imagen siniestra;
pero, los unos y otros,
usan la misma jerga.
Francisco Barbachano