Francisco Barbachano
Junto a una roca varada 
y un viejo bote de remos,
es donde todas las noches
desgrano mis pensamientos
bajo la estrella del norte
que a la mar teje destellos.

La luna con su mirada
ilumina el horizonte
 y yo permanezco inmóvil
junto la roca y el bote;
y ese respeto imponente 
que me produce la noche.

Sin moverme de la roca
con mis versos yo navego
y compongo cada noche
cien estrofas que, en velero,
sortean el oleaje
de ese viejo caladero.

Cierro los ojos y zarpo
con mis versos mar adentro,
y sin embargo mi cuerpo
sigue junto a la roca.
¡Fantasías de poeta, 
que navega junto a sus sueños!


Francisco Barbachano