Yo quisiera con mis versos
rimar deseos de paz:
versos que hiciesen amarnos
con fronteras de cristal;
transparentes e irrompibles
en bien de la humanidad.
Quisiera decir hermano
de forma tan natural,
que el ser humano en el mundo
con su instinto fraternal,
de los verbos preferidos
conjugase el verbo amar.
Puede ser una quimera;
tal vez un sueño banal
pero; valdría la pena
que algún día al despertar,
entre versos y entre verbos
hablara el mundo de paz.
Soñar no cuesta dinero,
todos podemos soñar;
pero hay que elegir un sueño
que pueda reconfortar.
Este juego de palabras,
quieren el bien y no el mal.
Francisco Barbachano