Resulta que los empleados
que a diario nos atienden
en los supermercados,
tienen vida también.
aunque haya quien lo olvide
por su propio interés.
Preguntar si los domingos
por la tarde están abiertos,
me parece impresentable
y de empatía cero;
pero hay algunos mendas,
tan escaso de respeto.
Primero YO, después YO
y lo que quede para mí.
El prójimo que se joda
mientras yo sea feliz.
¿Eso es tener mucha jeta,
o me lo parece a mí?
Aunque parezca mentira
tanta insensibilidad,
eso pasa cada día
en nuestra sociedad.
Me duele contarles esto;
pero es la pura vedad.
Francisco Barbachano