Roberto Giménez

En esta vida no hay sorpresas, todo misterio tiene una explicación que da luz a lo que está en sombra. Esta historia local me la dio el provincial de la orden de los franciscanos el padre Valentín Redondo a principios de siglo que les sorprenderá como a mi.

 Una tarde en la que estaba visitando una exposición de los franciscanos mínimos de Granollers. La de ésta ciudad fue la primera en España. La culpa del incendio templo en 1909 que había sido bendecido hacía tres años es de José María Valls Villanueva que era anarquista barcelonés que perseguido por la policía después haber cometido un atentado terrorista típico de la época en la lucha de acción directa como eufemísticamente llamaban los sindicatos obreros antes de que los patronos, en connivencia con el gobernador civil, crearan a los pistoleros del sindicato libre que a principio del siglo XX convirtieron a Barcelona en el Chicago de España…

José María Valls era un seminarista que no sabía a dónde ir, así que pensó en destino que conocía bien: volver a Padua, en el seminario de la casa madre de la orden en Italia, y que una vez pasada la tremolina huracanada del primer momento volver a España lejos de BCN. Pero la policía no es tonta tuvo intuición de Víctor Ros, envió un telegrama a la policía italiana diciendo que un peligroso anarquista estaba escondido en la casa franciscana de Padua, y los carabineros allá que fue, lo detuvieron y deportaron a España…

No sé que fue de él, pero el provincial Valentín Redondo creía que el incendio fue la venganza por el chivatazo a la policía (en BCN se incendiaron muchos templos, el único en la provincia fue éste porque era el primero de España tras expulsión de Felipe II. Le pregunté al franciscano si  la respuesta anarquista podía y el hombre de Dios exclamó:

Ay, hijo mío: esas cosas sólo las sabe Dios…

PD. Éste es el resumen de un capítulo de Mis Memorias de Director del libro HISTORIAS Y LEYENDAS DE GRANOLLEIG que pueden leer en tyep.net de Roberto Giménez.

Roberto Giménez