Su nombre es Fernando
y su apellido Simón.
Se le llamó el gran experto
sabe Dios porque razón.
Mintió con gran desparpajo
y Illa, se lo agradeció.
Igual que un pájaro mudo
ya no se oye su voz;
ya no es experto de nada
ahora vive mejor.
El sumiso don Fernando,
pasó de rey a peón.
Y es que el doctor Simón
es personaje adaptable
y ante el coronavirus
se encontró con un melón
que, a pesar de ser pepino,
se lo hicieron ver dulzón.
El maño Fernando Simón
gozó de gran protagonismo.
Fue el más experto de todos
y también el más sumiso.
Son historias del pasado,
de padre y muy señor mío.
Francisco Barbachano