La Audiencia de Barcelona ha condenado a 60 años de prisión a un vecino de Montornès por varios delitos de amenazas, agresión sexual y utilización de menor de 16 años para espectáculos pornográficos y elaboración de pornografía infantil. Las víctimas, un total de siete menores, eran en su mayoría vecinas de La Roca del Vallès y Les Franqueses y en el momento de los hechos tenían entre 12 y 14 años. La fiscalía, tal y como ya explicó esta revista hace unas semanas, pedía para el acusado un total de 140 años de prisión.

El pasado 7 de septiembre tuvo lugar el juicio contra el acusado, pero ahora ha sido cuando se ha conocido la sentencia.

La sentencia al condenando es por delitos de elaboración de pornografía infantil con intimidación, siendo las víctimas menores de 16 años; por delito continuado de agresión sexual por introducción de miembros corporales a menores de 16 años, empleando intimidación; por delito de amenazas condicionales. En total 60 años de cárcel, de los cuales, como dice la sentencia “el tiempo máximo de cumplimiento de las penas privativas de libertad que se imponen en esta sentencia será de 20 años”.

Posteriormente al cumplimiento de esta sentencia “se impone al acusado la medida de libertad vigilada durante un periodo de ocho años; la medida se ejecutará con posterioridad a las penas de prisión”.

El acusado deberá pagar 51.000 euros en indemnizaciones a varios de los menores que sufrieron su acoso pornográfico y sexual. Asimismo se le ha condenado a pagar siete novenas partes de las costas procesales causadas.

Una vez cumplida la condena, se le impone una restricción de unos años de acercarse a menos de 1.000 metros de los menores en sus domicilios, lugar de trabajo o cualquier otro lugar que sea frecuentado por ellos.

También se le aplica una inhabilitación especial para cualquier profesión, oficio o actividades, sean o no retributivas, que conlleven contacto regular y directo con personas menores de edad.

El joven de Montornès fue detenido en mayo de 2019 por los Mossos d’Esquadra. Tras la detención del acusado, que tenía entonces 25 años, el Juzgado de Instrucción número 2 de Granollers ordenó su ingreso en prisión ya que los Mossos d’Esquadra temían que pudiese destruir pruebas al tener numerosos archivos informáticos con imágenes de las víctimas.

El ahora condenado ha estado en prisión hasta la celebración del juicio y el juzgado lo dejó en libertad hasta que no se dictara sentencia. El motivo de la puesta en libertad era el cumplimiento del período máximo de cumplimiento de prisión provisional. Desde esa fecha los Mossos han estado pendientes de su vigilancia y del cumplimiento del alejamiento hacia las víctimas.