Carles Diaz muestra el bolet de Noguer

La empresa Bolet Ben Fet, una granja de cultivo ecológico de setas que la cooperativa TEB Verd tiene en Sant Antoni de Vilamajor es la primera de Cataluña que lidera el cultivo de setas comestibles autóctonos, tras una investigación con científicos del IRTA (IRTA) de Cabrils y de la Universidad de Barcelona (UB).

Después de 24 años cultivando setas como el shiitake y el maitake de manera ecológica y sostenible, ahora Bolet Ben Fet ha dado un nuevo paso adelante. Ha impulsado un proyecto piloto muy innovador, subvencionado por la Unión Europea -Asociación Europea para la Innovación en materia de productividad y sostenibilidad agrícolas- y por el Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de la Generalidad de Cataluña. El programa se puso en marcha en noviembre de 2019 y justo ahora está dando los primeros frutos, con resultados muy prometedores.


Después de muchos ensayos, se han obtenido las primeras cosechas de algunas setas aún no cultivados en el mundo como el hígado de vaca (Fistulina hepática) una de las mejores delicias de los bosques catalanes. También se ha puesto a punto el cultivo de
bolet de noguer (Cerioporus squamosus) y «se ha podido comprobar como los ejemplares de cultivo tienen una textura más agradable que la de los silvestres», según detalla el director de Bolet Ben Fet, el biólogo Carlos Díaz Tarragó.

Su equipo tiene grandes expectativas con la seta de brezo (Lyophillum decastes) «por su suave sabor y el delicado aroma de bosque que emana» y la zapatera de haya.


Para sacar adelante el proyecto, se ha creado un Grupo Operativo donde además de los dos centros de investigación -IRTA y la UB- participan la Sociedad Catalana de Micología, el Gremio de la Madera y dos empresas cultivadores: Bolet Ben Fet y Bolets de Soca. Con el liderazgo de los expertos micólogos de la Sociedad Catalana de Micología, se elaboró ​​una lista de setas · «interesantes, desde el punto de vista gastronómico y ecológico», según el biólogo.

Por parte del IRTA, el trabajo ha consistido. «En hacer el aislamiento en cultivo puro y producir el inóculo para probar de cultivarlos. También hemos hecho análisis de ADN para certificar de manera rigurosa la especie obtenida «, detalla el doctor Joan Pera, desde la sede de Cabrils.

Bolet Ben Fet, además, ha involucrado un grupo de cocineros referentes que abarcan todos los tipos de cocina. Desde las respectivas cocinas, los chefs están probando las nuevas setas autóctonas e investigan la manera más sabrosa de cocinarlas y sacarles el máximo partido.