Agenda cubiertas negras
la del dos mil veintiuno
con nevadas y pandemia
e infinidad de infortunios.
Un dolor sin medida,
invadiendo todo el mundo.
Terremotos, ola de calor
y muertes inesperadas,
que se suman al dolor
de la más maligna lava
del horroroso volcán
de la isla de La Palma.
La bestia se ha despertado
en la sufrida Canarias,
llevándose por delante
enseres, recuerdos y casas
y, quién sabe, si hasta vidas
aún no identificadas.
Lo que nos queda por ver
de esa agenda tan amarga
sabe Dios lo que será;
viendo tan lejos la calma.
¡Malaya!i gritan mis ripios,
inmersos en tanta alarma.
Francisco Barbachano