Las excavaciones arqueológicas vuelven a Puiggraciós. Este mes de septiembre ha comenzado la tercera campaña de excavaciones. El arqueólogo, Marc Guardia, ha vuelto con su equipo para conocer en profundidad la vida defensiva del mundo íbero.

Guardia dirige la excavación del poblado ibérico de Puiggraciós impulsada por el Museo de Granollers, con la colaboración del Ayuntamiento de Bigues i Riells del Fai y del Ayuntamiento de Figaró-Montmany. El yacimiento forma parte de los términos municipales de Bigues i Riells del Fai, Figaró-Montmany y L’Ametlla del Vallès.

La campaña de este año se centrará en la excavación del recinto defensivo descubierto en 2020. Con esta intervención se pretende profundizar en el conocimiento de esta parte del poblado, que se está demostrando que tiene un marcado carácter defensivo, con cuatro estancias dedicadas a la protección de la entrada oriental del poblado.

El equipo de arqueología tiene el objetivo de recoger suficiente material para poder obtener datos de tipo cronológico para marcar el momento de la construcción del poblado y definir el momento preciso de su abandono.

Esta acción se enmarca en el proyecto de investigación del Museo de Granollers sobre el conocimiento del extremo norte de la Laietània en época ibérica.

Salvador Llobet descubrió el poblado ibérico de Puiggraciós en 1940. Las primeras excavaciones, sin embargo, las hizo Leandro Villaronga a inicios de los años 50. Estas primeras exploraciones identificaron un posible recinto amurallado y se excavó el recinto de la cima de la colina, ahora bien visible. En ese momento se determinó que la ocupación ibérica de Puiggraciós enmarcaba entre los siglos III y I aC y esta investigación tendrá que confirmar.

Desde entonces no se había vuelto a intervenir, de manera controlada, en el yacimiento. El Museo de Granollers lleva a cabo un proyecto de investigación arqueológica llamado «Territorio de Lauro. Vertebración económica y territorial de la Layetania Norte en época ibérica », que comprende también la excavación del poblado ibérico del Puig del Castell de Samalús, y la revisión del material ibérico del fondo del Museo.

Uno de los ejes de esta investigación es la excavación del poblado ibérico de Puiggraciós, que esperan que aporte luz para entender mejor lo que sucede en esta área de la tribu de los Laietans.

Los costes de la investigación están participados por el Museo de Granollers y el Ayuntamiento de Bigues i Riells del Fai, que también colabora con la intendencia y el alojamiento de los arqueólogos. Esta acción también cuenta con una subvención de la Generalitat, por ser un proyecto de investigación cuatrienal aprobado por el Departamento de Cultura, y otra subvención gestionada por el Servicio de Patrimonio Arquitectónico Local de la Diputación de Barcelona.

Jesús Cano, concejal de Patrimonio de Bigues i Riells del Fai, destacó la perseverancia de la investigación: «Después de una primera campaña de descubrimiento y de una segunda, marcada por las limitaciones de la pandemia, se han obtenido unos resultados extraordinarios. el hecho de que ahora haya una tercera campaña demuestra que estamos ante un proyecto arqueológico plenamente consolidado y muy potente, el cual estamos muy contentos haber podido impulsar desde el primer momento. estamos muy ilusionados de poder continuar colaborando».

Por su parte, la segunda teniente de alcaldía de Figaró-Montmany, Emma Musi, ha querido enfatizar en «el apoyo a los trabajos» y en «un mayor grado de colaboración en las próximas campañas».

Este año ha aumentado el equipo, con especialistas de arqueología y personas voluntarias, gracias a la flexibilización de las restricciones de la Covid. En esta ocasión participarán 17 personas, dirigidas por Marc Guardia.

En la campaña del año pasado, el equipo de Guardia pudo delimitar el sector oriental del poblado, en el que se dibujaba un recinto complejo de defensa, anexado a la muralla, así como una de las puertas del asentamiento ibérico .

El descubrimiento apenas comienza, primero hay una gran tarea de delimitación superficial, imprescindible para planear las futuras directrices de la investigación. Más adelante, se podrán conocer las características urbanas y económicas del poblado de Puiggraciós.

Aún así, el equipo ya supone que el poblado habría tenido una extensión media, en comparación con los asentamientos de la zona, de unas 1,5 hectáreas.

El colectivo experto también piensa que Puiggraciós tuvo un papel relevante en cuanto al control territorial del paso del Congost, vía de penetración natural del Vallès en la Plana de Vic. Este es el paso del territorio de la tribu de los Laietans el territorio de la tribu de los Ausetanos.

Así pues, todo indica el posicionamiento estratégico del poblado, ya que el pico de Puiggraciós es una atalaya natural, con un control efectivo sobre toda la llanura vallesana y particularmente, con muy buena visión del Congost.