Digo adiós temporalmente
sólo para descansar,
pues el próximo septiembre
nos volvemos a encontrar;
con mis ripios bronceados
después de vacacionar.
Que no decaiga el ánimo
pese a tanto inconveniente,
y que el sentido común
aclare a más de una mente.
Son duras las prohibiciones;
pero peor es la muerte.
Negocios arruinados,
familias en la miseria.
Un poco de cautela
bien merece la pena.
No pretendo dar lecciones:
és una simple ocurrencia.
Lo dicho amigos míos:
pasen un feliz verano.
Mis ripios les agradecen
que nos sigan cada año.
En septiembre volveremos
pues es lo que deseamos.
Francisco Barbachano