Parece que todo apunta
volver a la normalidad,
y está claro que ello gusta
a toda la humanidad;
que está harta de pandemia.
de muerte y de crueldad.
Es obvio que las vacunas
buenos resultados dan.
Ya casi nadie se opone
a quererse vacunar;
menos en pleno verano
con ganas de viajar.
Ser prudente nunca sobra
para lograr bienestar
y si hay desaprensivos
los habrán de castigar;
que no manden al carajo,
lo que cuesta de ganar.
Ojalá el sentido común
se imponga de noche y día,
y el verano tan ansiado
colme a todos de alegría;
que cuando llegue el otoño,
digamos ¡viva la vida!
Francisco Barbachano