No se leen noticias buenas
ni utilizando cien lupas;
y en la tele, y en la radio,
apenas cuentan ninguna.
Lo que prima es la tragedia
que nos llena de amargura.
Nos ha tocado vivir
en un mundo desquiciado;
mentes desequilibradas
sin más norte que el mal trato
y, en múltiples ocasiones,
llegando al asesinato.
Que el mundo se ha vuelto loco
es, por sabido se calla,
una realidad patente
de la noche a la mañana.
Hay hechos tan espantosos,
que remueven las entrañas.
El género novela negra
se impone tanto en la vida
que no pasa inadvertida
aun queriéndolo olvidar;
pero hay que plantarle cara
y evitar la enfermedad.
Francisco Barbachano