La presidenta Ayuso
del Madrid de chulapones,
valiente y plantando cara
barrió en las Elecciones;
y es que doña Isabel
supo elegir asesores.
Pedro Sánchez necesita
más de un cabeza de turco,
para él salvar la jeta
ante tan penoso asunto
qué, culpable de la derrota,
él es el número uno.
Sacrifica a Franco y a Gabilondo
y Lastra culpa Iván Redondo,
pese a que fueron vasallos
diciéndole amén a todo;
pero ante ese debacle,
Sánchez actúa a su modo.
Expulsa a los históricos
Nicolás Redondo y Leguina;
y es que el estilo “sanchista”
no se anda con chiquitas.
Muy pronto vamos a ver
escandalosas movidas.
Francisco Barbachano