La Audiencia de Barcelona inicia este lunes el juicio contra un vecino de El Prat del Llobregat acusado del robo con violencia en el supermercado Esclat de Mollet que el 18 de octubre de 2003 terminó con la muerte a cuchilladas de un vigilante de seguridad. El acusado, que no fue detenido hasta el año 2015, se enfrenta a una petición de Fiscalía de 28 años por estos hechos.

El acusado será juzgado los delitos de robo con violencia e intimidación con uso de arma, de un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento y de un delito de robo de uso de vehículo. Concurre la circunstancia agravante de disfraz.

Según el fiscal, el acusado, junto con otros dos individuos no identificados, accedió el 18 de octubre de 2003 al interior de un vehículo estacionado, violentando la cerradura de la puerta, arrancó y unió los cables del motor del encendido, provocando un puente eléctrico. Con este coche robado los tres delincuentes fueron hasta las inmediaciones del supermercado Esclat en el barrio de Can Borrell de Mollet. Mientras uno de ellos esperaba dentro del vehículo, el acusado y el otro individuo, con el rostro cubierto para evitar ser identificados y reconocidos, entraron en el supermercado, esgrimiendo cada uno un cuchillo de grandes dimensiones.

Allí dirigieron a las empleadas, exigiéndoles la entrega de todo el dinero que había en las cajas registradoras. A raíz de los gritos, el vigilante de seguridad de la empresa VSS acudió a la zona de las cajas registradoras. Fue entonces cuando el acusado golpeó al vigilante, haciéndolo caer al suelo, donde continuó golpeándolo y le clavó de forma reiterada el cuchillo.


«Cuando marchaban del supermercado, el acusado, con ánimo de acabar definitivamente con su vida, volvió atrás y le asestó varias cuchilladas más, hasta que finalmente murió», explica la fiscalía para justificar el ensañamiento con que se cometió el asesinato.