El contexto pandémico ha modificado de arriba a abajo nuestras vidas, pero también ha potenciado rutinas antes poco valoradas, como por ejemplo un mejor orden en la casa o en la oficina

Que la pandemia del Covid-19 ha modificado la vida de las personas de arriba a abajo ya es un hecho muy claro y contrastado. Solo hace falta ver cómo han cambiado los ejes de la sociedad para darse cuenta de que el coronavirus ha sacudido nuestro día a día, sobre todo en el ámbito familiar, es decir, el ámbito más cotidiano, pero también el económico, con las empresas cada vez más atentas a las distintas restricciones sanitarias que pueda haber. Pero hay un hecho contrastado, quizá influenciado por la época del confinamiento, muy dada a fomentar la reflexión: unos y otros, núcleos familiares y negocios empresariales, han apostado cada vez más por el orden y la buena estructuración. La sección de protección de Caja Cartón Embalaje, por ejemplo, da buena cuenta de ello: cada vez son más los usuarios, sean particulares o empresas, que recurren a este tipo de materiales con distintas perspectivas u objetivos: un cambio de vida, una modificación en la oficina…

Pero el Covid, por otro lado, también ha provocado dificultades a la hora de mantener la vida ‘normal’ que teníamos antes. No hace falta viajar muy lejos en el tiempo para poner ejemplos: podemos situarnos en el 2019 y contemplar los macroconciertos musicales, los grandes eventos deportivos o las ferias multisectoriales, actividades multitudinarias que, ahora mismo, quedan muy lejos en nuestro imaginario. 

De hecho, muchos de los expertos sociológicos apuntan que la normalidad, entendida como la sociedad pre-pandémica, no volverá hasta como mínimo el 2024. Hasta entonces, pues, los ciudadanos, ya sea como miembros de una familia o como trabajadores o responsables de un negocio o una compañía, tendrán que adaptarse al nuevo contexto. Una situación en la que el orden, familiar o empresarial, ha llegado para quedarse.