
Sant Cugat del Vallès pondrá en marcha la primera Zona de Bajas Emisiones (ZBE) local de la metrópoli de Barcelona, en una iniciativa conjunta del consistorio y el Área Metropolitana de Barcelona (AMB). Es el camino que deberán seguir en 2023 el resto de ciudades de más de 50.000 habitantes que hay en el Vallès.
La ZBE seguirá la misma normativa que rige en Barcelona: los vehículos sin el distintivo ambiental de la Dirección General de Tráfico (DGT) no podrán circular por la ZBE del municipio, que comprende un área de cuatro kilómetros cuadrados de lunes a viernes de 7 a 20 horas, según ha informado el Ayuntamiento este jueves en un comunicado.
La medida afectará a unos 3.800 vehículos y no se aplicará a los que tengan autorizaciones especiales y aquellos dedicados al transporte de enfermos, entre otros, y entrará en vigor el 1 de mayo.
No será hasta noviembre cuando se sancionará, en el caso de los coches y las motos, con multas que van entre los 100 y 500 euros, dependiendo de si se considera la infracción leve, grave o muy grave.
La moratoria para furgonetas, camiones y autobuses, a las que no les corresponde el distintivo ambiental, será de un año, y de cinco para los camiones de grandes mercancías que operan en el polígono industrial de Can Magí de la ciudad.
El vicepresidente de Movilidad, Transporte y Sostenibilidad del AMB, Antoni Poveda, ha explicado que el impulso de la ZBE en la capital catalana ha servido para el despliegue tecnológico, de regulación y de una señalización común.
«Una vez más, el mundo local continúa estando en la vanguardia de las medidas para el progreso social y económico en la lucha contra el cambio climático y la mejora de la calidad del aire», ha añadido.
Asimismo, ha remarcado que esta iniciativa cumple con el Plan Metropolitana de Movilidad Urbana 2019-2024 y la Ley del cambio climático y transición energética del Govern, que la prevé, y ha afirmado que todas las ciudades de España con más de 50.000 habitantes deberán establecer una ZBE.
La alcaldesa de la localidad vallesana, Mireia Ingla, ha defendido avanzar hacia ciudades pacificadas, que «prioricen la movilidad sostenible y las personas por delante del vehículo privado» y ha añadido que Sant Cugat es muy extensa y con muchas zonas verdes, pero la gente del núcleo urbano, del centro, también tiene derecho a respirar un aire más saludable.
La ZBE es una de las 63 acciones contempladas en el Plan de Acción de Emergencia Climática, una hoja de ruta municipal de políticas de emergencia climática para desarrollar hasta el 2024.
Sant Cugat ha recibido 100.000 euros del AMB, el máximo permitido en el marco de las ayudas creadas para impulsar zonas de bajas emisiones en las poblaciones del área metropolitana -también la pidieron Sant Joan Despí y Ripollet, que están en trámites para crearla–.