El pasado mes de diciembre, la AMB aprobó inicialmente el proyecto ejecutivo de la primera fase de reforma del Polideportivo de Ripolllet. Aprobado ya definitivamente, se espera que en marzo se inicie su licitación. Se trata, como ha explicado este lunes el alcalde, Jose M. Osuna, de un «proyecto de una gran magnitud y muy ambicioso, que llevamos trabajando desde la anterior legislatura y aunque se ha retrasado, esta es una muy buena noticia para la ciudad «. Se espera que las obras se inicien entre los meses de septiembre y octubre y finalicen durante el primer trimestre de 2023.

Esta primera fase tiene un coste previsto de 4,9 millones de euros, que serán financiados a través de 3 programas de subvención. La AMB subvencionará 2,9 M € a través del Programa de actuaciones de cohesión territorial (PACTO) (2 M €) y del Plan de sostenibilidad ambiental (PSA) (0,9 M €) y los otros 2 M € de euros los subvencionará la Diputación de Barcelona, ​​a través del Programa General de Inversiones. La ejecución prevista de esta primera fase es de 18 meses. El alcalde, sin embargo, ha avanzado que han acordado con la AMB que en paralelo a la ejecución de la primera fase, se procederá a la redacción del proyecto de la segunda fase, para que al inicio del siguiente mandato se puedan iniciar las obras y no pase mucho tiempo entre las dos.

Osuna comentó que, con el paso del tiempo y el aumento de los usos del Polideportivo, sus instalaciones han quedado envejecidas y se han ido haciendo algunas actuaciones, «pero ahora toca ir un paso más allá, dando respuesta al fin a las muchas demandas que tenemos de las personas usuarias «. En este sentido, la concejala de Deportes, Andrea Guijarro, ha explicado que actualmente «tenemos un polideportivo sin planificación, con un tráfico interior sin lógica, mezcla de personas usuarias en los vestuarios y servicios en el sótano que hay que mejorar y dignificar».

El nuevo edificio incluirá, en el sótano, oficinas y almacenes de entidades y parte del espacio de tenis de mesa; en la planta baja, vestuarios de los cursos de natación y piscina descubierta; en la primera planta, oficinas y gimnasio y en la segunda, más oficinas. Se trata de un edificio lineal, con una única entrada que dará acceso a todos los servicios, con circuitos de circulación independientes y vestuarios adaptados a todos los perfiles de los usuarios, tales como familias monoparentales o pequeños grupos de deportistas.

Arquitectónicamente, destaca, entre otros, la construcción de un patio inglés, que permitirá la entrada de luz natural en la planta sótano. Esta prevé contar con un espacio central, con más altura, adecuado para competiciones de tenis de mesa y cumpliendo el reglamento como centro de tecnificación. También habrá zona de gradas, vestuarios y nuevos espacios para oficinas y almacenes. En la planta baja, además de la conserjería, se ubicarán todos los vestuarios, que serán modulables, para usarlos según las necesidades. La primera planta contará con 5 módulos del mismo tamaño, 2 para el gimnasio, con sala de cardio y de musculación; un central para administración y entidades; una sala de ciclo indoor y otra de actividades dirigidas, lo que permitirá ampliar la oferta actual y dar dos clases simultáneas.

Por último, en la segunda planta, habrá un módulo central con oficinas del personal de deportes. El edificio, que se hará con materiales que requieran poco mantenimiento, tales como vidrio y hormigón visto, está pensado para recibir mucha luz natural y favorecer el aislamiento y la climatización en términos de sostenibilidad.