La asociación cultural magrebí El Amal acoge, desde finales de enero, en una nave de la calle Carles Buhigas, en el polígono Can Castells, de Canovelles, una quincena de jóvenes que no tenían un lugar donde vivir.

Se trata de jóvenes, la mayoría sin papeles, de más de veinte años y que se encuentran desamparados porque han superado la edad para ser acogidos por la Generalitat.

El local donde están alojados los jóvenes es una antigua sala de fiestas, pero que actualmente no tiene ninguna actividad. Los jóvenes duermen y comen en la planta baja, aunque el espacio no reúne las condiciones para ser habitada. Se trata de una solución que tomó esta entidad para evitar que estuvieran en la calle los días de más frío de enero.

El Ayuntamiento de Canovelles puso el caso en conocimiento de los Departamentos de Salud y de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias así como del delegado del gobierno y del Consell Comarcal para que, como municipio de menos de 20.000 habitantes, los Servicios Sociales dependen ente comarcal.

Hoy las tres administraciones han hecho público un comunicado conjunto para indicar que están trabajando para solucionar este problema.

«Desde el momento en que se tuvo conocimiento, el Consell Comarcal, el Ayuntamiento de Canovelles y el Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias (DTSAF) hemos trabajado de forma conjunta para abordar de forma compartida la situación, y promover los mecanismos para intervenir y prevenir situaciones de riesgo de exclusión de cada una de las personas, así como favorecer su integración «, dicen las administraciones.

Para ello, se ha empezado a trabajar para activar el proyecto Sostre360, ofrecido por DTASF, un programa de acompañamiento personalizado a jóvenes vulnerables mayores de edad que se encuentran en situación de calle y / o sin hogar y que se está aplicando a otros territorios de Cataluña. El proyecto ofrece apoyo social y habitacional y un marco estable de referencia para ayudar a construir un proyecto de vida autónomo y autosuficiente a las personas atendidas, abordando sus necesidades desde una vertiente social y educativa.

«Desde hace 10 días ya se habían empezado a abordar las situaciones de estas personas de forma individual, de cara a tratar caso por caso y evaluar la vulnerabilidad jurídica de las personas, si tienen NIE y pasaporte o no, y permiso de residencia o de trabajo y cuál es su situación real. la situación de irregularidad o el tener papeles determina qué soluciones se pueden ofrecer en cuanto a la inclusión social y el alojamiento «, comentan.