elderly couple walking on the street
Photo by RODNAE Productions on Pexels.com

El Departamento de Salud ha relajado el protocolo del Covid-19 en las residencias de ancianos una vez que la vacunación de las personas que viven en ellas ya se ha realizado en más de un 75%. Los cambios entrarán en vigor este sábado.

Según ha avanzado TV3 las personas mayores podrán volver a salir a pasear al exterior. Eso sí, los residentes deberán cumplir las medidas de protección, como el lavado de manos y la mascarilla quirúrgica, y al volver al centro, deberán evitar el contacto con ningún otro usuario hasta que no se hayan desinfectado el calzado, las sillas de ruedas o los andadores; se hayan lavado las manos y se hayan cambiado la ropa, que se deberá llevar a lavar a 60 ⁰C. Los familiares evitarán la entrada al centro y utilizarán los espacios destinados a las visitas a la hora de ir a buscar y devolver el residente.

También quedan restablecidas las salidas cortas, de uno o dos días. Los residentes que vuelvan de hacer una estancia con la familia no se deberán aislar de forma preventiva como ocurría hasta ahora en las visitas largas. Se entiende que la mayoría de los residentes están vacunados.

En cuanto a las visitas, ya no se harán tests de antígenos a los familiares que vayan a los centros, pero se seguirán manteniendo las medidas como la limpieza de manos, distancia física, ventilación y mascarilla. Las residencias verdes o naranjas deben continuar facilitando un mínimo de una visita semanal y las rojas deben proporcionar herramientas telemáticas para comunicarse y proporcionar información a las familias de forma ágil.

Los cribados a los residentes se eliminan ante los altos porcentajes de vacunación. Los tests se limitarán a aquellas personas que presenten síntomas compatibles con infección del coronavirus.

En cambio, se mantienen los cribados entre las personas que trabajan aunque estén vacunadas. Las razones, indica el protocolo, es que el porcentaje de profesionales vacunados con la segunda dosis bordea el 60% y «todavía no disponemos de evidencia sobre la transmisibilidad de la infección entre personas vacunadas». Con todo, la periodicidad de los cribados se adapta a una periodicidad quincenal si el riesgo de rebrote del territorio es superior a 300 y mensual si es inferior.